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Las casas de madera también son para el invierno

En invierno, acomódate y disfruta de la calidez de tu casa de madera 

Vivir en una casa de madera es un auténtico placer. La calidez que brindan este tipo de construcciones, normalmente rodeadas de naturaleza o un gran jardín, resulta la solución perfecta para todo aquel que haya soñado alguna

vez con una vivienda unifamiliar en algún lugar tranquilo a las afueras de la ciudad o en un entorno rural. 

Sin embargo, muchos de esos soñadores disipan la idea de su mente cuando piensan en el frío invierno, pues creen, de forma errónea, que las casas de madera son frías, húmedas o poco eficientes.

Nada más lejos de la realidad. Te explicamos por qué.

 

Ecológicas en sí mismas

La madera es un excepcional aislante natural tanto térmico y acústico, limpio, seguro para nuestra salud y respetuoso con el medioambiente, así que, nuestra casa de madera permanecerá a salvo de las inclemencias del tiempo, tanto en verano como en invierno, independientemente del lugar donde la construyamos. Incluso en climas como el gallego, el resultado será el esperado…, ¡que se lo digan a los nórdicos!

En cuanto a la temida humedad, la madera tiene la capacidad de expulsarla y, además, mantener regulada la temperatura en el interior, pues respira de forma natural, lo cual ayuda, y mucho, a la hora de alcanzar los niveles de eficiencia energética deseados en nuestro hogar. 

Aptas para todo tipo de sistemas de calefacción

Otro aspecto importante a destacar es la versatilidad que ofrece una casa de madera, pues admite cualquier sistema de calefacción que queramos introducir para mantener la temperatura deseada en el interior (sistemas con bomba de calor, los más recomendados para este tipo de viviendas; calefacción de gasoil, calefacción eléctrica, suelo radiante, caldera de pélets o biomasa, sistemas combinados con energía solar a través de paneles fotovoltaicos…).

De hecho, una casa de madera no necesita sofisticados sistemas e instalaciones, pues precisa de muchas menos calorías que cualquier vivienda convencional. Tanto es así que una casa de madera de pocos metros cuadrados, en una sola planta y con una distribución compacta y abierta, podría bastarse con una chimenea ventilada o chimenea con sistema de ventilación.

Resumiendo, una casa de madera, además de más barata y acogedora, será caliente en invierno, mantendrá a raya la humedad, nos permitirá ahorrar hasta un 80% en la factura energética y será tremendamente resistente, como ves no son pocos los los beneficios de vivir en una casa de madera. Si quieres más información acerca de las ventajas energéticas de una casa de madera, no lo dudes y contacta con nosotros, te atenderemos encantados.

 

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